Estatua de Alfredo Correa De Andreis.
Estatua de Alfredo Correa De Andreis.
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Cristian Mercado.

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Alfredo Correa, el legado chévere de un hombre caribeño, alegre y extrovertido

El sociólogo y docente cienaguero cumplirá este domingo 19 años de haber sido asesinado a manos de agentes del Estado.

Amigos y compañeros del sociólogo y docente Alfredo Correa De Andreis (26/abril/1952 - 17/septiembre/2004) se congregaron, este jueves, en la Plaza Memoria, del Parque Cementerio Universal, para rendir un sentido homenaje a este hombre que deja un legado  de paz pero que su vida fue segada por las balas del paramilitarismo.

En la celebración regional de la Solidaridad por la Víctimas del Conflicto Armado, la Minga Cultural, Artística y Comunitaria propició el conversatorio aprovechando la participación de los presentes, reconstruir la vida y muerte del recordado académico nacido en Ciénaga, pero que desarrolló gran parte de su carrera profesional en la capital del Atlántico.

Desde bien temprano ubicaron flores alrededor de la estatua de Alfredo Correa, escultura que reposa en las afueras del Museo de la Casa de la Memoria del Distrito.

Figura de homenaje a Alfredo Correa de Andreis.

“Se hacen las fechas conmemorativas para conservar estas memorias y darlas a conocer. Eso hace que no se repitan esos hechos victimizantes. Queremos ganar visibilidad”, dijo a Zona Cero Luis Enrique Bertel, miembro del programa “Construcción de Paz, atención a víctimas y reconciliación” liderado por la Alcaldía.

Edwin Doria, uno de los líderes en la Minga Cultural, Artística y Comunitaria, también calificó la reunión como un apoyo a la lucha social que lideró el docente: “Le hemos querido rendir homenaje a su memoria, pero también a su lucha social desde la universidad”.

“Sabemos que el Estado no lo hace, por eso las organizaciones de los derechos humanos son las que nos encargamos de visibilizar estas historias para que no vuelvan a ocurrir. Ojalá la llevemos a las escuelas para que los niños conozcan el pasado violento del país, que aún no ha cesado. Es importante lograr la paz para superar la horrible noche como dice nuestro himno nacional”, agregó.

Desde temprano llegaron varios seguidores de Alfredo Correa de Andreis.

Una mano derecha

Aquel año de 1999 todavía resuena en la cabeza de Arnold Tejeda, un ex profesor de la Universidad del Atlántico, que trabajó junto a Alfredo Correa y, sentado en una de las sillas de la reunión, admiraba la figura de su estatua. 

En ese entonces, ambos coincidieron en la mesa de diálogos por la paz universitaria que autorizó el Ministerio de Educación nacional, a través del Icfes. Esa relación se fundamentó cuando presentaron una ponencia, organizada por la Universidad de Santo Tomás, con la paz como tema central.

“Los trabajos que él venía haciendo, desde el punto de vista comunitario, fue lo que incomodó a muchas personas en el sistema. Estas fueron las que lograron alcanzar la fatal determinación que hoy en día conocemos”, afirmó inicialmente.

Los asistentes respondieron a la cita de la Minga Cultural, Artística y Comunitaria.

“Honramos la memoria de un personaje que era chévere y caribeño, alegre y extrovertido. Siempre tenía una sonrisa que le expresaba a los demás su cariño. Todo eso lo tengo grabado en mi consciencia. Era un profundo conocedor de los aspectos sociales del país”, sostuvo.

“Luchador, sería la palabra con la que describiría a Alfredo Correa De Andreis. Fue un luchador por la cátedra, la ciencia y la investigación, un actor principal dentro de las comunidades”, concluyó Arnold Tejeda, que recordó que el título de su ponencia, en aquella ocasión, era “Ética y violencia política en Colombia”.

Un legado latente

La fuerza de las enseñanzas de Alfredo Correa de Andreis marcó a muchos estudiantes, entre esos Rafael Rojas, sociólogo de profesión que tampoco se quiso perder este homenaje.

“Estoy que me lloro desde que me acerqué a esa figura. Me dio muy duro. Fue uno de los docentes que nos entusiasmo por el trabajo social y la investigación. Una gran persona que se llevaron de esta Barranquilla a la que él tanto quería. El impacto que creó en mi vida fue grandísimo”, declaró a Zona Cero.

“El conocimiento que transmitía era tan claro y con ejemplos tan cotidianos que te entusiasmabas para estudiarlos. Teníamos ansías por salir a la calle y mirar las problemáticas sociales. Sus experiencias nos motivaban demasiado”, finalizó Rafael Rojas.

Rafael Rojas tomándose una foto con la estatua de Alfredo Correa.

Alfredo Correa De Andreis fue asesinado el 17 de septiembre del 2004, junto con su escolta Edelberto Ochoa Martínez. Los responsables fueron agentes del estado mientras llevaba a cabo una investigación sobre los desplazamientos forzados en los departamentos de Bolívar y Atlántico, según la Corte Suprema de Justicia.

Todos los jueves, la Minga Cultural, Artística y Comunitaria realiza este tipo de eventos, la mayoría de veces en la Plaza Memoria Alfredo Correa De Andreis, en donde se rinde homenaje a la memoria de varios de los personajes que fueron víctimas del conflicto armado.

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